Varios amigos charlaban acaloradamente. Intervino uno con cierta afirmación grotesca. Los perplejos interlocutores le observaron. Antes de que nadie hablara, quien era ahora objeto de todas las miradas volvió a abrir la boca:
—No os pongáis así. Vosotros me aguantáis como mucho unas horas al día. Yo me soporto 24 h cada jornada. https://www.religiondigital.org/reflexiones_de_un_aristotelico/sentido-vida-autoconocimiento-dolor_7_2611608818.html